Terminada la ceremonia de matrimonio entre Ramsés y Nefertary, Yunet pide decir unas palabras.
De su boca solo salió egoismo y no dijo nada por la felicidad de la pareja. Habló de su deseo de ser la madre de la futura reina de Egipto, su sacrificio como progenitora, de cuanto amaba a su hija.
En ese momento Nayla, segunda esposa del rey Seti1, no aguantó tanta hipocresía, la interrumpió y dijo lo que minutos antes había escuchado decir a Yunet cuando se encontraba discutiendo con Paser, luego que éste la sorprendiera besándose con Bakenmut.
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